Reflexiones urgentes sobre la inclusión de personas LGBTIQ+ en los espacios laborales
- Retarte
- 18 jun
- 3 Min. de lectura
Junio, el mes del Orgullo, no es solo un momento de celebración: es una oportunidad para que las organizaciones miren hacia adentro y se pregunten qué tan inclusivos son realmente sus espacios de trabajo. ¿Las personas LGBTIQ+ se sienten seguras, escuchadas y respetadas en tu empresa? ¿Pueden expresarse con libertad, sin temor a ser ridiculizadas, ignoradas o discriminadas?
En Retarte creemos que la diversidad no es un "tema extra", sino el corazón de una cultura organizacional sólida. Sin embargo, la realidad en nuestro país nos muestra otra cara. Según Promsex (2022), el 56.5% de personas LGBTIQ+ en Perú teme visibilizar su identidad u orientación sexual en sus centros de trabajo. No se trata de un dato aislado: es una señal de alarma para líderes, gerencias y áreas de talento humano.
El impacto silencioso de la discriminación
Las bromas "inocentes", los comentarios fuera de lugar, la omisión de pronombres o nombres sociales... todo eso va dejando huella. Y no solo en la persona directamente afectada. La exclusión genera climas laborales tensos, disminuye la motivación, la productividad y rompe la confianza en los equipos.
Un estudio de la OIT (2021) reveló que el 74% de personas LGBTIQ+ en América Latina ha sufrido algún tipo de acoso, violencia o discriminación en el trabajo. ¿Qué tan preparados estamos para cambiar esta realidad?
No basta con “respetar”: necesitamos actuar
En Retarte trabajamos con empresas que están dando pasos firmes hacia culturas laborales más justas y humanas. Y sabemos que el cambio es posible. Aquí compartimos algunas acciones clave que pueden marcar la diferencia:
Políticas claras contra la discriminación: No se trata solo de tener un documento guardado en una carpeta. Las políticas deben ser vivas, conocidas por todas las personas del equipo y respaldadas desde la alta dirección. Que quede claro: en esta empresa, la discriminación no tiene lugar.
Formación con enfoque humano: Los talleres, charlas y experiencias inmersivas sobre diversidad e inclusión no son “capacitaciones más”. Son espacios que pueden transformar miradas. En Retarte usamos el arte, el cuerpo y la palabra para hablar de temas complejos desde la empatía.
Lenguaje que incluye, no asume: Llamar a las personas por su nombre social, respetar sus pronombres y evitar suposiciones sobre su identidad o relaciones son pequeños grandes gestos de respeto. El lenguaje construye realidades, ¡hagamos que cuente!
Redes de apoyo reales: Espacios seguros donde las personas puedan expresar preocupaciones o denunciar situaciones de discriminación, así como grupos de afinidad y aliados, son señales concretas de una empresa que cuida a su gente.
Beneficios laborales con enfoque de equidad: ¿Tu empresa contempla licencias especiales o flexibilidades para acompañar procesos de crianza, cuidado o emergencias familiares, más allá del modelo tradicional de familia? ¿Brinda apoyo psicológico o espacios de escucha seguros para quienes enfrentan discriminación en casa o en su entorno? La equidad no depende solo de leyes: también se construye desde decisiones valientes dentro de cada organización. Aunque el marco legal aún tenga vacíos, las empresas pueden y deben liderar con el ejemplo.

La diversidad es una decisión estratégica
Sabemos que las empresas más diversas son también más innovadoras, resilientes y competitivas. Invertir en inclusión no es solo lo correcto, es lo inteligente. Y más aún en contextos como el peruano, donde todavía no contamos con leyes que protejan plenamente a la comunidad LGBTIQ+.
Según la Defensoría del Pueblo (2021), un 71% de la población peruana reconoce que las personas LGBTIQ+ enfrentan discriminación. Frente a esta realidad, el silencio no es una opción.
En Retarte, no solo hablamos de diversidad. La vivimos.
Acompañamos a empresas en todo el país a transitar procesos de transformación cultural con mirada interseccional, lúdica y participativa. Creamos espacios para que las personas puedan mirar(se), cuestionar(se) y actuar con coherencia. Porque una empresa que abraza la diversidad, es una empresa que se atreve a evolucionar.
Este mes, te invitamos a pasar del orgullo simbólico a las acciones concretas. ¿Por dónde vas a empezar?
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